martes, 13 de abril de 2010

Jugar de otra manera

Es interesante leer el artículo «Ni primarias ni consenso: sindéresis» de ayer en “Ultima Hora” y la nota publicada en la prensa regional –que en resumen ambos textos dicen lo mismo−, en que Iván Colmenares presenta “con poca fe”, “ante el pueblo de Portuguesa y ante la Mesa de Unidad Democrática Regional, este aporte para lograr una integración global de todos los sectores que quieren participar en la contienda electoral del 26 de septiembre” (sic), para tratar de darle un viraje a los negociados internos que las cúpulas partidistas de la oposición mantienen en torno al tema electoral.

Intuyo que Iván José orientado por su olfato presiente venir sobre la oposición lo que otros no ven, o se niegan a ver: una espectacular derrota.

En Venezuela ocurrió una ruptura histórica el 6 de diciembre de 1998; se ensayan nuevas formas de organización; se implementa una nueva legislación, que va normando la creación en plena hechura; se estructura un nuevo tipo de país; el pueblo se organiza en revolución, cuya concepción más acabada ha de ser su configuración en poder popular, a través de la construcción colectiva del socialismo.

La dirigencia opositora de Portuguesa no interpreta, no analiza a ese nuevo país que bulle, que emerge en sus propias narices. No han avanzado políticamente nada. Piensan que desde una página de internet hablando estupideces, o con mensajitos de texto sin contenido, harán retroceder a un período histórico, cuyo origen deviene de la exclusión social creada por estos mismos opositores, cuando fueron gobierno. Piensan que sin formular una idea y al amparo económico de algún contratista suicida, obtendrán una votación del pueblo, sin tener con éste el más mínimo contacto político. Piensan que piensan, y convierten su deseo personal “en un hecho real”, cuando la realidad anda transformándose en los sueños y los anhelos de quienes nunca tuvieron nada, cuando la realidad se convierte en ejercicio político pleno para quienes nunca más han de ser engañados.

Entiendo este llamado a “sindéresis” de Iván José, como un intento de renovación de liderazgos en las filas de la oposición portugueseña, cuando dice, “ …sin desmerecer a nadie, que otros nombres que están presentes en el debate, deberían dar su aporte en estos tiempos de convulsión, donde la única garantía frente al fracaso y a la arremetida del gobierno para alcanzar lo imposible el 26S, no sólo es unidad, porque esa fórmula sin carne, la probamos duramente en el 2008, mordiendo el polvo de la derrota, unos simplemente perdedores, pero otros humillantemente aplastados… “(sic).

Al sacrificar su propio nombre, por unos bueyes cansados que no tienen propuesta política alguna, siendo él el único de los aspirantes de la oposición que en Portuguesa posee una votación propia, en descenso, y posiblemente suficiente como para obtener una curul, es dable entender su poca fe, pues ya por adelantado se da por no oído.

Por ignorar el carácter de clase en su análisis político –algo muy lógico, pues él no es ningún revolucionario−, Iván José yerra al determinar que la oposición puede “…salir del hueco y enfrentar con éxito, a la avasallante maquinaria oficialista, que sólo está aceitada por el poderoso Don Dinero, pero que ya no tiene el afecto popular ni el arraigo de un Presidente… ”(sic). ¿Avasallante maquinaria oficialista? ¿Aceitada por el poderoso Don Dinero? ¿Afecto popular? Desde esta perspectiva él le niega al pueblo toda capacidad de comprensión política, lo trata como a un objeto, y encima diciéndole “que se aceita con dinero” le pide su apoyo para sacar a la oposición de “un hueco”, y así, una vez colocada aquella en las curules, pueda proceder a “su liberación”. ¿Quién está en mejor circunstancia? ¿El pueblo? ¿O la oposición? Por fortuna, estas brumosas calificaciones, donde se manifiesta claramente un profundo desprecio de clase –pese al ocultamiento de su carácter dentro del análisis− son detectadas por el pueblo, que sabe mejor interpretar la política que los dirigentes. Para las élites políticas, y para las cortes exquisitas de intelectuales, el pueblo no es reconocido como categoría ni como variable de poder; paradójicamente, este desconocimiento opera en su favor mientras se desarrolla como sujeto histórico.

Sin embargo, este llamado a “sindéresis”, que yo interpreto como renovación de liderazgos, adolece de una falla: no es propuesta de dialogo. Al decir su proponente que esperará, “…por una respuesta de la Mesa de Unidad Democrática Regional hasta el próximo 20 de abril, en caso de no obtenerla –indicó- jugaré de otra manera… “(sic), cierra todas las puertas, incluso a la propuesta misma y a sus nominados. ¿Quién dialoga con un plazo de por medio? ¿Cómo se podría interpretar la frase “jugaré de otra manera”?

“Jugaré de otra manera”, tiene varias interpretaciones. Si se le desprovee de la carga de chantaje que pudiera tener, podría interpretarse como que Iván José destinará sus esfuerzos a construir política a largo plazo, a concentrar una fuerza, a construirla, como él mismo una vez lo hiciera, mucho antes de que la preeminencia de los medios de comunicación convirtiera al ejercicio político en comodidad, en facilismo y en holgazanería. “Jugaré de otra manera”, también tiene su cara anti-democrática, que es el rostro del fascismo, del desconocimiento institucional, del quebrantamiento de las reglas de juego.

Por conocerlo muy bien, le doy el beneficio de la duda: pensaré que se inclinará por lo primero, desechando totalmente lo segundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario